En Puerto de Santamaría, 126 en Madrid está una de esas tiendas de barrio que configuran la cara amable del comercio de un país. Cirilo e Irene han sido durante muchos años los puntales de este pequeño comercio en el que encuentras de todo, y sobre todo, en el que encuentras amabilidad y atención a los detalles.

Sus hijos, Hermanos San Mateo, están siendo ahora los que empujan la empresa familiar, y los que llevan el estandarte de la bonhomía y la dedicación. «¿Qué tal Seña Fina? ¿ya han remitido sus achaques? Llévese hoy melocotones que han salido muy buenos. No, las peras no se las pongo, véngase mañana que traeremos de las especiales».

Hace poco vi una letanía de razones para comprar en las tiendas de barrio, que añadir a las mías (amabilidad y atención a las necesidades de sus clientes):
Porque son nuestros vecinos
Porque están cerca
Porque aportan a las actividades del barrio (luces de Navidad, clubs de deportes, etc.)
Porque no reciben apoyo de los políticos
Porque las grandes empresas suministradoras muchas veces les obligan a realizar grandes compras para venderles
Porque aportan vida al barrio
Porque alumbran nuestras calles y dan seguridad al barrio
Porque al comercio del barrio le importas y te tratan como persona
Porque sin ellos muchos vecinos se quedarían en el paro
Porque muchos son nuestros confesores y amigos
Porque te informan de lo que pasa en tu barrio
Porque para ir a comprar no hace falta contaminar
Porque si has tenido algún problema con lo que has comprado, te resuelven el problema
Porque no están diseñados para que compres miles de cosas sino lo que necesitas
Porque suponen mucho más empleo por metro cuadrado que las grandes superficies. Concretamente 5 puestos por cada uno de la gran superficie.
Porque tienen precios en media iguales o mejores que los centros comerciales
Porque no aprietan a los provedores para que les vendan por debajo del precio de coste
Porque no pactan altos precios
Porque si desaparecen no podrás bajar a comprarlo a última hora porque no te acordaste de comprarlo antes