¿De donde viene la palabra Burofax?
Burofax es el nombre que se da en España a un tipo de envío postal que deja constancia del contenido y de la recepción por el destiatario. Aunque burofax es marca registrada de Correos de España (M-2929970), el término se emplea frecuentemente como genérico.
Un burofax era originalemente un envío por fax entre distintas oficinas de correos: lo remitía la oficina al que acudía quien lo imponía (remitente) y lo recibe la oficina de correos más cercana al domicilio del destinatario.
Para que pueda ser usado como un medio de notificación fehaciente y utilizado a efectos legales, es necesario que el servicio de envío se complemente con el de acuse de recibo (el remitente recibe un aviso de correos-normalmente telegrama- cuando el burofax es recibido por el destinatario o cuando se le ha dejado un aviso para que vaya a retirarlo de la oficina de correos, porque ha estado ausente de su domicilio cuando se le he ido a entregar) y con la certificación de contenido (cotejo y sellado del documento entregado y del que conserva el remitente para posteriores usos).
El documento (impreso) que se desea enviar debe ir acompañado de la copia que se queda el remitente y que tiene un coste de alrededor de 23 € (primer folio) y algún euro más si son más de dos páginas de documento.
Aunque la palabra «burofax» hay quien la asocia a un término en Inglés, la expresión no existe en este idioma como tal y el concepto se asocia a los términos ingleses «registered/recorded fax» o «public facsimile».
En cambio, en francés existe el términos «bureau» -oficina o despacho- (plural «bureoux») que ha podido dar origen al término usado para el servicio.
En Argentina existe otro témino acuñado para el mismo servicio: «Carta documento».